Caracena - Santa María


Localización | La planta | Otros aspectos

Caracena, hoy casi un despoblado, contó en su momento de auge medieval con un soberbio castillo, hospital, cárcel, royo y dos iglesias románicas, ésta de Santa María y la de San Pedro. Ubicada a las afueras de la población, fue en su día la parroquia del barrio en que se asentaron los repobladores de Gormaz, por lo que se la conocía como Santa María del Barrio Gormaz.

Posee nave única, presbiterio y ábside semicircular, todo ello de rústica fábrica y en defectuoso estado de conservación. A los pies del templo se levanta una torre cuadrada y sólida.
Puede estimarse como fecha de su construcción mediados del siglo XII.

Localización


Coordenadas UTM (Datum ETRS89 y WGS84)
  • Huso:30T; X=492.476; Y=4.581.328
Cartografía

La planta


La traza de la iglesia es la propia de un templo de una sola nave con cabecera compuesta por ábside semicircular y presbiterio recto. El ábside se cubre con bóveda de horno y el presbiterio con bóveda de cañón. En cuanto a la nave, al no presentar subdivisión en tramos hay que suponer que se cubría con armaduras de madera a dos aguas. A los pies de la iglesia existe una robusta torre anterior en el tiempo a la propia iglesia a la que se adosó ésta. Son dos las portadas de acceso situadas en los muros norte y sur de la nave, si bien la primera de ellas se encuentra cegada. La meridional cuenta con un pequeño y rústico pórtico.

Otros aspectos


Ábside semicircular de tosca mampostería revocada y ostensibles grietas verticales. Su alero apoya sobre canecillos lisos. No tiene otro elemento a destacar que la única ventana por la que se ilumina su interior.
Quizás la propia rudeza del ábside hace que descuelle más esta hermosa ventana. Es de doble arquivolta: la exterior que apoya directamente sobre las jambas, y la interior de primoroso trenzado que voltea sobre dos columnillas encapiteladas.
El capitel de la columna izquierda representa dos grifos de apostura silense cuyos cuellos se entrelazan mediante tallos que emergen de la planta que ocupa la arista. En el capitel opuesto también aparecen dos cuadrúpedos difíciles de definir, puesto que han perdido la cabeza, pero cuyas colas leoninas pasan por entre las patas traseras y voltean sobre el lomo en una actitud muy común.
La portada del muro sur, semioculta por un rústico cobertizo, es la que se utiliza como acceso a la iglesia. Tiene arquivolta de baquetones lisos, excepto el exterior que es ajedrezado. Han desaparecido las dos columnillas y sus capiteles, quedando sólo los cimacios también de tacos jaqueses.
En el muro septentrional se abría otra portada, hoy cegada, más rica y vistosa que la del muro opuesto. Cuenta con cuatro arquivoltas: la exterior de tacos jaqueses, la siguiente lobulada, otra de baquetón liso, y la interior con sus dovelas talladas con discos de ocho radios. Se alza el arco sobre dos columnas con capiteles de ornamentación vegetal y cimacios de entrelazos.
En el muro occidental existe esta curiosa ventana de celosía en la que se entrecruzan dos lazos muy al gusto árabe.
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