Nepas - San Adrián


Localización | La planta | La portada | El ábside

La iglesia parroquial de San Adrián de Nepas debió ser erigida en época más bien tardía, hacia la segunda mitad del siglo XII. Pero de aquella primitiva construcción no queda demasiado: el ábside y parte del muro meridional, precisamente el que acoge la portada que también es original.

La mayor parte de lo que hoy podemos ver se debe a una importante reforma efectuada en las postrimería del siglo XV o ya entrado el XVI; el cimborrio es del siglo XVIII.

Localización


Coordenadas UTM (Datum ETRS89 y WGS84)
  • Huso:30T; X=550.220; Y=4.597.351
Cartografía

La planta


Iglesia de una sola nave dividida en cuatro tramos desiguales: el primero define un espacio casi cuadrado, los dos siguientes son de menor longitud y el último es aún más reducido. Sobre éste se levantó posteriormente la torre. En la cabecera, presbiterio y ábside semicircular. La distribución actual da la falsa impresión de que se trata de un templo de cruz latina, con transepto; producen esta ficción las dos capillas construidas en época gótica a uno y otro lado del presbiterio, engaño que aún se acrecienta más si se observa que el cimborrio se yergue sobre el propio presbiterio, como si éste hiciese de crucero.

La portada


Este muro orientado al medio día es uno de los pocos restos románicos que se conservan. Con él se salvaron los canecillos que marcan la línea de coronación del muro antes de que fuese ampliado en altura en la reforma gótica. A esta mayor elevación se debe el que se tuviera que contrafuertar ese lienzo, quedando la portada, originalmente sobre un arimez, hundida en esa cavidad.
La portada se compone de tres arcos de medio punto, de arquivoltas lisas, de los que el interior descansa sobre las jamba de la puerta y los otros dos sobre columnas. Los fustes de estas columnas parecen crecer desde el suelo toda vez que sus basas han quedado ocultas por el recrecido del pavimento actual que se nivela con el umbral. Conserva cuatro de los cinco canecillos que dan soporte al alero.
Los cuatro capiteles, de grandes cimacios lisos y ábacos muy prominentes, son casi idénticos. Los situados a la izquierda de la entrada (en la imagen) ofrecen la misma representación: los manidos cuadrúpedos afrontados con una sola cabeza sobre la arista. De los capiteles del lado opuesto, uno repite el mismo tratamiento iconográfico, mientras que el otro muestra una cabeza flanqueada por dos figuritas humanas. Todos coinciden en la tosquedad de sus tallas.

El ábside


Ábside de planta semicircular y bóveda de horno, todo de sillería. Tres calles verticales delimitadas por dos columnas entregas; en la central, una ventana que debió ser de aspillera y que se ha suplantado por otra más amplia y luminosa. Los dos capiteles son muy primarios: uno de ellos no posee más ornamento que unas bolas en los vértices; en el otro, Gaya Nuño ve «una escena de lucha» que es difícil de apreciar.
» Página de inicio
» Presentación
» El arte Románico
» Arquitectura religiosa
» Arquitectura civil y milit.
» Fotografías antiguas
» Referencias históricas
» Artículos varios
» Glosario enciclopédico
» Mapa del sitio
Otros enlaces
info@lafronteradelduero.com
FirefoxSitio web optimizado para Firefox